lunes, 25 de diciembre de 2006

navidad vieja escuela

Ayer me acosté reloco. Sentia que el alma bailaba sobre el cuerpo, como que se descorniban y se separaban por un rato. Justo antes de dormirme tuve una imagen: lo lindo que era cuando creía en papa noel. En esa época, mi viejo me llevaba a tirar cohetes (en realidad, los tiraba él y yo miraba de lejos) y cuando volvía ya había pasado papa noel. Recuerdo con claridad al menos dos años: cuando me trajo una bicicleta, y cuando me trajo un equipo de bombero, con casco y todo.

Me desperté de buen humor y hasta decidí que era buen día de un mañanarero. Me fui a caminar por San Telmo, que hoy parecía lo que antaño: un barrio lindo, sin turistas, casi normal.

A la nochecita, cuando volvía, me encontré con la batucada. Me había olvidado que la hacían en navidad: pensé que sólo era en año nuevo.

Esta vuelta había mucho más gente que cuando yo era mas chico. Me quedé hipnotizado un rato, perdido en los tambores, y entonces, me acordé: un amigo ma había dicho que las garotas de buenos aires vienen cada vez más lindas. No way, miguel.

No hay comentarios: